Los castellano y leoneses se decantan por la cocina tradicional

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Ahora León / Fuente: Jarden Consumer Solutions

Los castellanoleoneses disfrutamos de la gastronomía, eso no es ningún secreto. De hecho, se nos conquista por el estómago. Pero también nos gusta cocinar en casa, una tendencia potenciada en los últimos años por distintos factores como el auge de los programas de TV, la importancia de la dieta mediterránea y una dieta saludable así como la fama internacional de nuestra cocina. ¿Cómo lo hacemos? ¿Cuánto tiempo dedicamos? ¿Somos más de planificar los menús o de improvisarlos? ¿Preferimos los guisos tradicionales a la cocina creativa? Estas son algunas de las cuestiones que aborda el estudio Los españoles frente a la cocina: gustos y costumbres, elaborado por la consultora independiente Toluna para la marca Crock-Pot, marca líder en slow Cooking.

¿Ella o él?

Los castellanoleoneses han evolucionado en este sentido, equilibrando responsabilidades. Aunque sigue siendo la mujer la que prepara el menú en casa –según el 50% de los encuestados- el hombre también ha asimilado este rol, incrementando su actividad en la cocina. Y está claro que disfrutamos cocinando; porque confesamos que, aunque resulta necesario, también lo hacemos por placer (casi el 65% de los encuestados).

Aunque los cocineros tienen la fama, según casi el 74% de los encuestados es la mujer castellanoleonesa la que mejor cocina. Argumentan motivos como la paciencia y la sensibilidad (ambos compartiendo el mismo porcentaje, 35,19%).

El tiempo es oro

En cuanto a las horas que pasamos frente a los fogones, hemos aprendido a optimizar el tiempo: más del 33% de los encuestados confiesa dedicarle de 3 a 6 horas a la semana. Y si hablamos de días, el 70,3% de los castellanoleoneses cocina de lunes a domingo.

El tiempo juega en nuestra contra. De hecho, cocinaríamos más a menudo si tuviéramos más tiempo, según el 53,7% de los encuestados. Los castellanoleoneses argumentan otros motivos, además, como que su pareja lo hace habitualmente (18,5%) o que a menudo comen y cenan fuera de casa (11,1%).

Nuestras madres e Internet, principales referencias para descubrir nuevas recetas

Respecto a las recetas que solemos cocinar, nuestras madres (40,7% de los encuestados) e internet (casi 30%) son las principales fuentes utilizadas por los castellanoleoneses para descubrir nuevas posibilidades. Le siguen las recetas de la abuela (casi 13%).

Al preguntarles cómo aprendieron a cocinar, las enseñanzas de la madre convencieron al 61,1% mientras que el 33,3% se confiesa autodidacta.

¿Tradicionales o creativos?

Los castellanoleoneses seguimos siendo clásicos, también en la cocina. Nos decantamos por los guisos tradicionales (el 77,7%) frente a la cocina creativa (22,2%). De hecho, el 70,3% de los castellanoleoneses a los que se les ha preguntado reconoce que los platos que cocinan han perdido el sabor, el aroma y la textura de antaño y a más del 97% les gustaría recuperarlos.

A la hora de valorar la comida, lo tienen claro. El sabor, el aroma y la textura son fundamentales para más del 51% de los castellanoleoneses, seguido de las propiedades nutricionales (29,6%).

¿Cómo cocinamos?

En la cocina de los castellanoleoneses la improvisación marca la pauta: casi el 76% frente a más un 24% que prefiere planificar el menú semanalmente.

Respecto a la forma de cocinar, empleamos, como principales técnicas, la plancha –primera opción, según un 24% de encuestados-, la cocción, según un 33,3% de encuestados- y el horno –tercera opción, según un 16,6% de los encuestados-.

En cuanto a los electrodomésticos más utilizados –más de un 27% de los castellanoleoneses eligen la olla exprés-; seguido de la plancha (24%) y el horno 18,5%. Al preguntarles si tienen en cuenta el ahorro energético a la hora de cocinar, un 42,5% de los castellanoleoneses reconoce que suele hacer recetas sencillas y rápidas que no requieran un consumo excesivo de energía.

¿Qué comemos?

Un 83,3% de los encuestados piensa que come saludablemente frente a un 26,6% que argumenta razones de gusto –abusa de lo que no debería- para no hacerlo. Tampoco somos de comida rápida (casi un 80%) ni de platos precocinados (casi un 76%): reconocemos no comerlos habitualmente.

El estudio, desarrollado por la consultora independiente Toluna, se ha realizado a 1.000 españoles a través de un panel online. La muestra incluía a hombres (50,7%) y mujeres (40,3%) de los siguientes rangos de edad: 25-39 (41,4%), 40-54 (44,8%) y 55-60 (13,8%).

Slow Cooking o cocina a baja temperatura

Se trata de una tendencia muy implantada en mercados como el americano, el británico o el norte de Europa, que ha llegado a España para quedarse, pues entronca directamente con nuestro estilo de vida actual y nuestro gusto por la cocina tradicional. Es perfecta para aquellas personas que no tienen demasiado tiempo o no poseen grandes conocimientos o habilidades en la cocina, pero que no quieren renunciar a preparar recetas deliciosas y saludables. La cocción lenta, a diferencia de otras formas de cocción, permite mantener todos los nutrientes y potenciar el sabor, la textura y el olor de los alimentos, ahorrando tiempo y dinero.

Crock-Pot® fue la primera olla de cocción lenta eléctrica en comercializarse y se ha convertido, por pleno derecho, en sinónimo de slow-cooking. Permiten cocinar con los beneficios de la cocción a baja temperatura sin estar pendiente del guiso. Los resultados son platos sabrosos, nutritivos y saludables.