Barbara Arén, una leonesa en la Guardia Real que ha desfilado hoy en Huesca

La leonesa Barbara Aren es graduada en Turismo pero el ejercito ha sido su verdadera vocación hoy desfiló en Huesca en el Cuerpo de Guardia Real en el que actualmente ejerce su actividad.

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La incorporación de la mujer en las Fuerzas Armadas españolas es una conquista muy reciente, de finales del siglo XX. Se produce 10 años después de la promulgación de nuestra Carta Magna, la Constitución de 1978, que consagra la igualdad entre mujeres y hombres y la no discriminación por razón de sexo, asimismo, en su artículo 30 establece el derecho y el deber de todos los españoles de defender a España. La puesta en práctica de este principio constitucional de igualdad en este ámbito castrense, no fue inmediato.

En 1988, mediante un Real Decreto-Ley, las Fuerzas Armadas españolas abrieron sus puertas a la incorporación de mujeres entre sus filas, si bien, de una manera muy limitada, y sólo a determinados Cuerpos, Escalas y Categorías. Ese primer paso fue dado por veinticinco mujeres que desafiaron a quienes opinaban que la profesión militar no era un ámbito propio de mujeres, rompieron, sin duda, estereotipos de género normales hasta entonces. Ingresaron a los hoy denominados Cuerpos Comunes y a las Ingenierías de los Ejércitos y la Armada. En ese momento se produjo una ruptura de la dicotomía histórica en cuanto a las profesiones masculinas y femeninas en nuestro país. Las armas y las funciones del combate no han sido tradicionalmente un ámbito propio para las mujeres.

Este proceso ha avanzado y sigue avanzado de una manera importante, aunque iniciado con un cierto retraso, al de la incorporación de la mujer a otros ámbitos laborales en nuestro país y respecto a la incorporación de las mujeres a otros Ejércitos.

La leonesa Barbara Arén es graduada en Turismo, pero el ejercito ha sido su verdadera vocación hoy desfiló en Huesca en el Cuerpo de Guardia Real en el que actualmente ejerce su actividad.

Huesca centro de Celebración del Día de las Fuerzas Armadas

Huesca, una ciudad de solo 54.000 habitantes, ha acogido este sábado, con motivo del Día de las Fuerzas Armadas, el mayor desfile militar celebrado en España desde antes de la pandemia. Más de 3.200 militares, 69 aeronaves (45 aviones y 24 helicópteros) y 117 vehículos de ruedas o cadenas, además de 40 motos, han participado en la parada militar. Los cielos de la localidad aragonesa han sido sobrevolados por aviones de combate Eurofighter y F-18 y sus calles recorridas por carros de combate Leopardo y Pizarro. El pasado 12 de octubre se recuperó en Madrid el tradicional desfile de la Fiesta Nacional, pero con un formato todavía limitado (2.650 militares) debido a las restricciones sanitarias.

También ha desfilado por Huesca la bandera de la OTAN y las de los 30 países que integran la Alianza, para conmemorar el 40 aniversario de la incorporación de España a la organización, el 30 de mayo de 1982, que se celebra este lunes en el Teatro Real con un acto solemne al que acudirán desde Bruselas los 30 embajadores de los países miembros que conforman el Consejo Atlántico. La conmemoración culminará dentro de un mes, el 29 y 30 de junio, con la celebración en Madrid de la cumbre de la OTAN, que vendrá marcada por la invasión de Ucrania, la incorporación de Suecia y Finlandia como nuevos aliados y la aprobación del Concepto Estratégico, la hoja de ruta de la Alianza Atlántica para los próximos diez años. En el acto oficial de este sábado en Huesca, también ha desfilado una representación de la gendarmería francesa con 40 efectivos.

El desfile es el primero que se celebra con motivo del Día de las Fuerzas Armadas desde 2019, cuando tuvo lugar en Sevilla, ya que en los dos años siguientes debió suspenderse debido a la covid. Ya en 2020 estaba previsto celebrarlo en Huesca, para destacar la acogida al cuartel general de la División Castillejos, que ha supuesto el traslado a la ciudad aragonesa de unos 500 militares del Ejército de Tierra. Lo más aplaudido ha sido la unidad de Alta Montaña con base en Jca (Huesca)

El desfile lo han presidido los reyes, que han sido recibidos con vítores y aplausos. Felipe VI ha acudido con un uniforme de capitán general del Ejército de Tierra y la reina Letizia,con un vestido celeste. Les han acompañado la ministra de Defensa, Margarita Robles; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; la ministra de Educación, Pilar Alegría; el jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante general Teodoro López Calderón; el presidente de Aragón, Javier Lambán; la directora de la Guardia Civil, María Gámez, y el alcalde de Huesca, Luis Felipe Serrato; entre otras autoridades civiles y militares.

Tras el izado de la bandera y la llegada de los Reyes, se ha hecho un homenaje a los que dieron su vida por España, tras el cual la Patrulla Águila del Ejército del Aire dibujó con humo de colores la bandera española. A continuación se ha celebrado el desfile aéreo (con la incorporación, como novedad, del Pilatus, el nuevo avión de entrenamiento de la Academia General del Aire), seguido del terrestre que ha cerrado, como es habitual, la Legión y los regulares. La Legión ha llevado de mascota un borrego blanco de cuatro años con un chapiri en la cabeza, de nombre Quillo. Además de unidades de los tres ejércitos, han desfilado efectivos de la Guardia Civil y la Unidad Militar de Emergencias (UME). A diferencia de lo que ocurre cuando el desfile se celebra en la Castellana de Madrid, en esta ocasión el paracaidista no ha caído delante de la tribuna por falta de espacio pero sí a menos de 100 metros de distancia.

El Día de las Fuerzas Armadas se celebra habitualmente el sábado más próximo al 30 de mayo, festividad de San Fernando, e incluye, además del acto central, numerosas exposiciones y exhibiciones a lo largo de toda la semana.

Papel e influencia de la Mujer en el Ejercito Español

El Plan español, se señala que éste se ha articulado en torno a seis objetivos, siguiendo el esquema de la Resolución 1325:

  1. Potenciar la participación de mujeres en las misiones de paz y en sus órganos de toma de decisiones.
  2. Promover la inclusión de la perspectiva de género en todas las actividades de construcción de la paz.
  3. Asegurar la formación específica del personal que participa en operaciones de paz, en materia de igualdad y sobre los distintos aspectos de la Resolución 1325, además de fomentar el conocimiento y difusión de la misma.
  4. Proteger los derechos humanos de las mujeres y niñas en zonas de conflicto y posconflicto (incluyendo campos de personas refugiadas y desplazadas) y fomentar el empoderamiento y la participación de las mujeres en los procesos de negociación y aplicación de los acuerdos de paz.
  5. Incorporar el principio de igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres en la planificación y ejecución de actividades para el Desarme, la Desmovilización y la Reintegración (DDR), así como el adiestramiento especializado al respecto de todo el personal que participa en dichos procesos.
  6. Fomentar la participación de la sociedad civil española en relación con la Resolución 1325.

Todos estos objetivos parten de la idea de que a la hora de poner en marcha procesos relacionados con la seguridad y la construcción de alternativas viables de paz en zonas de conflicto y posconflicto, no se pueden obviar el enfoque de género, ni las situaciones y necesidades específicas de las mujeres y de las niñas.

Todas estas actuaciones parten de la constatación de que las mujeres y los hombres se complementan en sus capacidades y son esenciales para la efectividad de las Misiones, sobre todo en el contexto de la Seguridad actual. La aplicación del criterio de género es un elemento clave para la completa efectividad de las operaciones actuales.

Precisamente, y en este contexto, es necesario finalizar esta breve exposición recordando a la Soldado de Infantería Ligera Idoia Rodríguez Bujan, primera mujer militar fallecida mientras cumplía con su deber en Afganistán, formando parte del contingente español desplegado en dicho país en el marco de la Operación ISAF. Su muerte el 21 de febrero de 2007 mientras cumplía con sus obligaciones como militar tiene un especial significado en el proceso de incorporación de la mujer en nuestras Fuerzas Armadas. Su desaparición ha dejado patente que en la labor que hombres y mujeres llevan a cabo cada día en el seno de nuestros Ejércitos, no existen diferencias en su responsabilidad y compromiso. Las misiones, funciones y riesgos que se asumen afectan a todos por igual sin que se pueda hablar de distinción por razón de sexo, y los tradicionales valores que definen el espíritu militar, como patriotismo, vocación, disciplina, entrega y sacrificio, atañen por igual a los hombres y mujeres que forman parte de nuestras Fuerzas Armadas y son asumidos por todos de igual manera.