ASAJA logra cambios en las normas urbanísticas provinciales

En actividades productivas, como la agrícola, se flexibilizan las exigencias en los materiales de construcción

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Después del voto en contra de ASAJA (el único en contra) en el Consejo de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de 10 de abril, a las Normas Urbanísticas Territoriales de la Provincia de León, y la dura nota de prensa de denuncia que la organización emitió ese mismo día, la Junta de Castilla y León y la Diputación de León han hecho una nueva revisión antes de su publicación, y se han introducido cambios importantes, favorables a los planteamientos de ASAJA.

Esos cambios se han aprobado hoy 22 de mayo en una nueva sesión del Consejo celebrada en Valladolid, a los que ASAJA ha votado favorablemente, no sin antes recordar algunas peticiones que no han sido atendidas. Los cambios importantes, para la organización agraria, son los siguientes:

Suelo rústico

No se ha conseguido elevar al 70% el porcentaje de construcción en suelo rústico (como estaba en las normas anteriores),  quedando en el 50% con carácter general, pero se ha conseguido que se eleve al 70% en fincas de menos de 5.000 metros cuadrados, eliminando la condición anterior de que la superficie máxima de construcción fuera de 1.000 metros. Por lo tanto, en fincas de menos de 5.000 metros, se pueden construir hasta 3.500 metros cuadrados.

En zonas de protección natural (espacios protegidos, reservas de la biosfera, hábitat del urogallo,….)  la construcción bajaba al 25%. En la nueva redacción la construcción puede llegar al 50% en parcelas de menos de 5.000 metros cuadrados.

Suelo urbano

En el texto anterior había muchas restricciones para instalaciones agrícolas en casco urbano, sobre todo en relación con el volumen de construcción (50% en suelo urbano estricto) y con la altura (3,5 metros a cornisa, por lo que apenas entraba el tractor). Se eliminan las restricciones, quedando con 7 metros a cornisa,  y permaneciendo como única restricción, en la práctica, la de no construir más de 1.000 metros cuadrados sea cual sea la dimensión del solar.

En actividades productivas, como la agrícola, se flexibilizan las exigencias en los materiales de construcción, “pudiendo utilizar, de forma justificada, materiales y acabados más económicos y sencillos, que guarden eso si correlación cromática con las características de la zona”.