«Decimos esto porque en el día de ayer sobre las 13.30 horas el autobús de la línea 6 atravesaba la avenida de San Mamés, y por circunstancias de no medir convenientemente el espacio, el autobús golpeó el espejo retrovisor de un vehículo estacionado. Evidentemente, a cualquiera le puede pasar golpear a otro vehículo en un despiste de la conducción, pero lo que no resulta de recibo es que el conductor, a pesar del golpe que apreciaron perfectamente los usuarios del autobús, continuase su marcha sin detenerse y sin dejar ninguna nota al perjudicado.
No es la primera vez que se producen hechos tan lamentables como el descrito porque, insistimos, cualquiera puede tener un accidente, pero lo que se exige es civismo y honradez, y más cuando estamos hablando de un autobús público al servicio de los leoneses que debe de tener el máximo celo no solo en la propia conducción sino en las actitudes y en las formas, y desde luego el conductor de esa línea en esa hora demostró una falta absoluta de civismo y dando un ejemplo deplorable a quienes viajaban en el interior del autobús.
Por todo ello desde el Grupo Municipal de UPL en el Ayuntamiento de León exigimos a la empresa de los autobuses de León, Alesa, que aleccione debidamente a sus conductores no solo en las normas de conducción o los recorridos a realizar, sino también en el mínimo civismo que debe de contemplar siempre la conducción de los vehículos de la ciudad».
