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Carmen Franganillo, coordinadora local advierte que “Las administraciones públicas que realizaron las aportaciones económicas, deberían estar velando por el buen uso del dinero público”.
Tanto la Junta como el Ayuntamiento han invertido un dinero que solo ha servido para que el obispado haya acondicionado una parte del antiguo seminario, y las cofradías siguen sin poder ni querer hacer el museo, como tal. Tras una inversión de ocho millones de euros a la que la Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, aportó 2,3 millones de euros, el Ayuntamiento de León 500.000 euros y la Diputación provincial 200.000 euros, (ya que el Museo lo iba a ser también de arte sacro, y por tanto, albergaría imaginería de los pueblos), nadie parece querer cumplir con la parte a la que está obligada. Ni siquiera la Administración.
Entre las obligaciones de los beneficiarios según la ley general de subvenciones está “cumplir el objetivo, ejecutar el proyecto, realizar la actividad o adoptar el comportamiento que fundamenta la concesión de las subvenciones y justificar ante el órgano concedente o la entidad colaboradora, en su caso, el cumplimiento de los requisitos y condiciones, así como la realización de la actividad y el cumplimiento de la finalidad que determinen la concesión o disfrute de la subvención y someterse a las actuaciones de comprobación, a efectuar por el órgano concedente o la entidad colaboradora, en su caso, así como cualesquiera otras de comprobación y control financiero que puedan realizar los órganos de control competentes”.
Durante años las cofradías de la Semana Santa leonesa han estado reclamando y exigiendo un museo para los pasos que, durante esos siete días, (en realidad nueve), salen a las calles de la ciudad.
El museo se realizó acondicionando una parte del antiguo Seminario San Froilán. Después de más de dos años de terminada la obra y de numerosos actos realizados en el mismo aún no hay ni un proyecto de museo ni parece que lo vaya a haber. Sin embargo, las administraciones no piden cuentas.
Antes de la ejecución de las obras, muchos fueron los que auguraron que el museo era un “bluf” que, salvo unas cuantas tallas, (la mayor parte de ellas se encontraban al culto en las iglesias), nunca irían a un museo.
Esto se ha confirmado, se han gastado el dinero en vano y el Ayuntamiento no quiere ejecutar la cláusula para recuperar el medio millón de euros. La Fundación Museo Diocesano y de Semana Santa de León ha de destinar el bien inmueble rehabilitado a Museo Diocesano y de Semana Santa al público y a la ciudad durante un mínimo de 50 años según las bases reguladoras.
Restos arqueológicos
Desde IU consideran que las excavaciones arqueológicas realizadas en su momento no se realizaron a profundidad suficiente, con lo cual, existen muchos restos arqueológicos debajo de las obras realizadas, que tampoco verán nunca la luz.
Procurador del Común
Además, Una resolución del Procurador del Común ha instado a la Consejería de Medio Ambiente a que haga cumplir el motivo por el que se autorizó una subvención para rehabilitar el seminario con tal fin. La institución recuerda que se trata de un proyecto financiado por la Junta, Diputación y Ayuntamiento de León- y, por tanto, se debe justificar la subvención concedida. Por ello, desde El Procurador del Común, han instado a reclamar “al órgano -Consejería de Medio Ambiente- la adecuada justificación, así como la realización del proyecto o de la actividad que con la con la finalidad que determinó la concesión de la subvención. «La administración habrá de verificar el cumplimiento de la finalidad, la apertura y la puesta en funcionamiento de dicho museo»”.
Para finalizar, desde Izquierda Unida sentencian que, “los leoneses pagamos para nada, para tener otro centro de actividades que nadie controla más allá de las decisiones del obispado. Vemos que, en el ayuntamiento no cambia nada, esté en manos del PP o del PSOE la oligarquía que domina algunas de las cofradías de la Semana Santa y el Obispado tienen voz, voto y bula en el Ayuntamiento”.
